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Maternidad
FamiliaMaternidad
[ 1 febrero, 2022 by Verae 0 Comments ]
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RITO DE PASO A LA MATERNIDAD

El rito de paso a la maternidad es la celebración del nacimiento de una madre. No importa que esté esperando a su primer hijo, el segundo o el cuarto. Cada embarazo trae consigo la gestación de una nueva madre. Nunca será la misma que fue. Ni mejor ni peor, simplemente diferente.

La celebración o rito puede ser más solemne o festivo, más íntimo o multitudinario… lo ideal es organizarlo en función de la personalidad o necesidad de la madre. ¿Cómo se va a sentir más cómoda ella?.

Normalmente son las mujeres cercanas a la embarazada quienes preparan el rito. Un círculo de mujeres que se une para arropar a la futura madre. Hacerse presentes, para que se sienta segura, con la certeza de que parirá, al igual que lo han hecho todas las mujeres desde el comienzo de los días.

¿Qué se suele hacer?. Lo importante es que la madre se conecte consigo misma, con su fuerza interior, sostenida por la red que la acoge. Música, flores, masajes, carta al bebé, meditación, danzar, pintar su tripa o hacerle un molde de recuerdo, regalarle algo especial para que le acompañe el día del parto… Cualquier elemento que haga sentir feliz, plena y poderosa a la mujer será bienvenido.

Se pueden compartir experiencias, confidencias, deseos… El broche final al rito lo pondría una comida. Sentarse a degustar una comida compartida y brindar por la vida que fluye.

Sin lugar a dudas, un rito fundamental, que toda embarazada debería disfrutar.

FamiliaMaternidad
[ 19 enero, 2022 by Verae 0 Comments ]
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Ser el nuevo de la clase

“La escolaridad cuando acabas de llegar a otro país: ser el nuevo de la clase”

La experiencia de ser „el nuevo” nos remite a la sensación de ser diferente y a la necesidad de pertenencia. Para muchas personas esta experiencia les evoca la sensación de exclusión y la búsqueda de la aceptación (un tema que abordamos en profundidad en el taller online “De patito feo a cisnes”). Si te toca vivir esta experiencia como madre de un niño que recién empieza la escuela en un nuevo país, este post puede ser de utilidad.

Para los niños iniciar el colegio suele ser un estresor, aun más si es en otro país
¿A quién le gusta ser el nuevo de la clase? La respuesta suele ser “ a nadie”. Llegar a ser el nuevo, y además recién llegado a un país es un reto que puede resultar abrumador. Aquí van algunas recomendaciones para aquellos padres que decidan ayudar a sus hijos en ese difícil momento.
Los padres solemos vivir este momento con angustia, sobre todo cuando implica un cambio drástico por el idioma, o incluso por el nivel escolar que le asignen según su edad o pruebas de suficiencia.
Si la migración coincide con el inicio de una nueva etapa (inicio de preescolar, por ejemplo) tendremos como ventaja que todos los niños de la clase serán nuevos. Esto facilitará a la maestra planificar y crear un clima agradable para todos. Sin embargo, esto no siempre es posible, y muchos niños inician el colegio cuando el grupo ya tiene meses funcionando.
Resumo mis recomendaciones, basadas en mi experiencia como madre y como psicóloga, recordando sobre todo el año en el cual Victoria estaba recién llegada y comenzaba tres meses más tarde que el grupo.

 

1. Visita antes el colegio
Durante la visita conocerás las instalaciones, los horarios, los grupos y las personas de referencia en el lugar. Es un buen momento para preguntar: ¿Dónde son los descansos?, ¿Qué suelen hacer los niños?, ¿Cómo suelen ir vestidos?… Podrás saber hasta cómo irá vestido tu hijo, tendrás claro el material que debes llevar y estar mejor preparado tras estas primeras impresiones.

 

2. Familiarizate con el sistema escolar del nuevo país.
El sistema educativo de cada país es diferente y lo que se espera de los niños en cada etapa es muy distinto. En mi opinión muy personal evita la peligrosa práctica de la comparación de ambos sistemas buscando uno “mejor”. Es posible que te encuentres con claras ventajas (mejores instalaciones, materias más interesantes) o que extrañes algunas formas de tus país de origen que consideras indispensables y aquí no las encuentras.
Evita usar las comparaciones con tus hijos para animarlos a adaptarse: “este colegio es mejor”, “saldrás mejor preparado”, “Aquí los niños aprenden botánica en primer grado”. Estas afirmaciones no solo no lo ayudan a integrarse, sino que de manera muy solapada invalida una parte importante de si mismo. Puede hacerle sentir inferior, de entrada, frente a estos compañeros de un “mejor colegio”.
Por otro lado cuando el colegio que te encuentras te parece “peor” que los de tu país de origen, las expectativas de tu hijo sobre el grupo y sobre si mismo podrían disminuir. Aceptar las diferencias entre ambos sistemas y aprender a valorar las ventajas de cada país es parte del proceso de adaptación sana.

 

3. Investiga sobre las clases de nivelación escolar que existen para niños extranjeros
Antes de empezar las clases es bueno investigar sobre si existen las clases de nivelación escolar, especialmente para aquellos mayores de 7 años y que además requieren de especial apoyo con el idioma a nivel oral y escrito. Los niños preescolares en general no necesitan una nivelación académica si su desarrollo ha ocurrido con normalidad pero sí requieren de apoyo cuando deben aprender otro idioma.

 

4. Planifica el inicio
Si la fecha para comenzar el colegio no coincide con la fecha en la que comienzan los niños en el país, programa el inicio en una fecha apropiada para la familia. Solemos pensar que “cuanto antes mejor” pero esto no siempre aplica. Cuando llegué a Venezuela era diciembre, solo quedaban dos semanas de clase y luego vacaciones hasta enero. Decidimos esperar a enero, pues coincidía con un retorno de vacaciones, Victoria tendría ya unas cuantas semanas aclimatándose y como familia estábamos más seguros para comenzar. “Perder” unas semanas de clase estando recién llegados puede ser valioso para asegurar que la familia ya “aterrizó” y está preparada para afrontar este reto.

5. La maestra es fundamental para niños de preescolar
Si tus niños son preescolares piensa que la figura de la maestra será central, más incluso que la de los compañeros. Es importante que te tomes el tiempo de reunirte con ella previamente, explicarle aquellos datos relevantes (competencias escolares alcanzadas, gustos, etc) y a la vez plantearte con ella claramente las metas de la primera etapa. Cuando me ha tocado como mamá, justamente en esta etapa, nuestra meta como papás era la socialización adecuada y la adaptación en el lenguaje. En esta conversación la maestra logró relajarse muchísimo, pues no hubo ningún cuestionamiento acerca de sus metodos, ni críticas al programa, ni victimización de nuestra hija (nada de “pobrecita acaba de llegar”) sólo una petición de apoyo para transitar los primeros tiempos.

 

6. En edad escolar el grupo de clase cobra más importancia que los docente
Si tus niños están en edad escolar, en la medida en la que se hacen mayores el grupo cobra más importancia que la maestra. No podemos controlar cómo serán estos niños, pero sí podemos solicitar a la maestra apoyo para la integración.

 

7. Si tu hijo requiere de aprender otro idioma esta es la prioridad, por encima de la académica
En este sentido, muchos niños se sienten inseguros por no dominar el idioma o incluso avergonzados de su acento. Anímale a aprender el vocabulario local (para esto nada como la TV, la radio y la escuela) . Asegúrate de que la maestra está atenta para evitar situaciones en las cuales pueda estar en riesgo de acoso.

 

8. Si tus hijos entran a bachillerato (liceo, instituto) resulta clave familiarizarse con el sistema de evaluación y las formas de comunicación escuela – padres.
Tomate el tiempo para conocer y explorar lo que la sociedad que te acoge considera esperado entre adolescentes. El resultado es más impredecible, podría ser desde una estrella exótica y admirada por sus nuevos compañeros hasta tener serias dificultades para hacer nuevos amigos. Sin embargo, es importante mantener clara la meta académica, pues podría diluirse en los logros o preocupaciones sociales de nuestro hijo.

 

9. El primer año de un proceso migratorio es importante mantener contacto frecuente con el centro educativo
No solo para monitorear logros escolares sino para escuchar acerca de la integración de nuestro hijo. Por otra parte la escuela se transforma en el lugar socializador de muchas madres o padres que inicialmente no tienen aun una rutina laboral establecida y a la vez es una excelente puerta de entrada a la sociedad que los recibe. Una vez pasado este primer año, la familia (por los procesos que han vivido sus otros miembros) suele entrar en un periodo de normalización en la cual su contacto con el centro educativo es igual al del resto de los padres.

10.Si se presentan situaciones que requieren atención especializada a nivel escolar no dudes en contactar al personal del colegio especializado en esta área.

Señales de alarma en el área escolar cuando migramos, que requieren atención especializada

  • Bajo rendimiento escolar
  •  Manifestaciones claras de no comprender el contenido porque no está escolarizado en el grado correspondiente a las competencias desarrolladas o por que no cuenta con la base apropiada para los nuevos aprendizajes.
  •  No desea ir al colegio
  •  Somatizaciones
  • No habla de su día a día
  • Pasan los meses y no logra socializar con ningún compañero
  •  Compara continuamente con su colegio anterior
  • Cualquier signo de acoso escolar

Si viviste esta experiencia en la infancia y aún la recuerdas como dolorosa o si sientes ansiedad ante la posibilidad de ser “la nueva” en cualquier espacio (un nuevo trabajo, un nuevo vecindario, conocer nuevos amigos…) quizás quieras profundizar sobre tu necesidad de pertenencia y el miedo a la exclusión en el taller online “De patito feo a cisne” que empieza el 15 de febrero.

Maternidad
[ 15 enero, 2022 by Verae 0 Comments ]
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Cómo llegar al trabajo de parto

En primer lugar, hay que aclarar cuando estamos en el período previo al parto (fase prodrómica), pues nuestro cuerpo se prepara poco a poco para el nacimiento. Este período puede durar días u horas.

Es usual que la mujer sienta punzadas esporádicas, calambres en las caderas a partir de la semana 37 de gestación aproximadamente, o que sienta que la barriga se pone tensa, dura, lo cual es indicio de que está teniendo una contracción. La frecuencia de aparición de las punzadas dolorosas y las contracciones va aumentando en la medida que pasan los días, es la forma en que se reduce el trayecto por el que pasa el bebé, y es la forma en que se abre también (borramiento y maduración del cérvix). Este proceso se puede ver acompañado por aumento del flujo vaginal, la expulsión del tapón mucoso, que puede ocurrir desde 3 semanas antes del parto, hasta el mismo día en que ocurre el parto.

Es fundamental esperar con paciencia a que se den estos cambios y se llegue al trabajo de parto, caminar, rebotar en la pelota, bailar, un masaje, todo aquello que contribuya a la consciencia corporal, porque lo más importante es escuchar lo que tu cuerpo pide.

Si hay mucha ansiedad del obstetra/tocólogo, la partera/matrona, ansiedad que puede estar fundamentada o no en motivos reales. Si dicha ansiedad es comunicada a la madre, y si la madre se siente en situación de indefensión o es muy ansiosa, puede tener fantasías catastróficas sobre el parto, y por tanto la tan necesitada hormona oxitocina (hormona del amor), se verá interferida por las hormonas del estrés, como consecuencia se podría ver alterado el proceso fisiológico de preparación para el trabajo de parto.

También puede haber factores biológicos que impidan que una mujer llegue al trabajo de parto: la cabeza del bebé puede que no esté colocada de tal manera que facilite la dilatación, el cordón umbilical puede que sea muy corto, puede ser que la proporción entre las caderas de la madre y el tamaño del bebé no faciliten el proceso, entre otros factores que no voy a seguir describiendo porque cada caso es único y para eso está el equipo profesional, para evaluar y hacer las intervenciones que favorezcan que fluya el proceso del nacimiento, sea parto o cesárea

Quiero que tengan información para no sentirse perdidas, empequeñecidas y por tanto que vayan a tomar decisiones sin contar con la información que les permita ser protagonistas, siempre en diálogo con su obstetra/tocólogo o matrona/partera, roles que varían según el sistema de salud del país que ustedes viven.

¿Cómo saber que ya estoy en trabajo de parto?

Porque las contracciones ya no son esporádicas, porque lo que comenzó como un dolor de vientre similar a la menstruación es cada vez más intenso. Estamos en trabajo de parto franco cuando técnicamente hay 3 contracciones uterinas en 10 minutos aprox. En la próxima entrega voy a abordar el tema del manejo del dolor en el trabajo de parto.

FamiliaFeminidadMaternidad
[ 13 febrero, 2017 by Verae 0 Comments ]
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No es igual Dolor a Sufrimiento

¿Qué hace que un parto o cesárea sea un encuentro sublime, hermoso, respetuoso? ¿Qué hace que sea un evento traumático?

 

No son solo las técnicas, ni las prácticas del personal médico, es el amor con el que tú y tu pareja lo viven.

Si bien, yo me inclino a pensar que hay muy diversas expectativas acerca de un nacimiento, la madre puede ser que tenga una expectativa diferente al padre, o puede ser que alguno ya se haya familiarizado con la experiencia o que sea algo completamente nuevo, desconocido. Cada persona se imagina el nacimiento de acuerdo a lo que sabe, lo que ha visto o lo que han vivido otras personas en su entorno, y muy probablemente de ahí surge lo que espera al concluir el primer embarazo.

Existen muy diversos recursos naturales para manejar el dolor durante el parto, sabiendo que es un hecho pasajero, pero cuyos resultados son grandiosos: la vida del bebé, y la confianza de la mujer en si misma, su capacidad y en su cuerpo aumentan significativamente, logra su sueño.

Cuales son los recursos naturales: el uso del calor, el movimiento, la esferodinámia, la respiración, hidroterapia, masajes, posturas antálgicas hasta la concentración, determinación y la convicción firme, la entrega, sobre todo la entrega.

 

El dolor pasa a ser un aliado, un amigo, una ola que viene y va, una señal de apertura a la vida, a la maternidad y hacia lo desconocido.

 

Después de la cesárea también se hace presente, y es la felicidad, la plenitud y la gratitud lo que lo minimizan, además de los analgésicos, pues la bienvenida a la vida nos enseña que el dolor no es igual a sufrimiento

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